Cuando se firma un contrato de arrendamiento en Chile, uno de los aspectos más importantes a definir es quién paga los diferentes gastos relacionados con la propiedad.
Si no se establece de forma clara, pueden surgir disputas entre el arrendador y el inquilino.
Conocer de antemano cuáles son las responsabilidades económicas de cada parte es fundamental para mantener una relación transparente y evitar conflictos.
Propiedades en arriendo en Santiago
¿Qué gastos son responsabilidad del arrendador?
El arrendador, como propietario de la vivienda, suele ser responsable de los gastos de arriendo que garantizan que la propiedad esté en condiciones óptimas para ser habitada.
Estos gastos incluyen:
- Mantenimiento estructural: Las reparaciones necesarias para que el inmueble pueda cumplir con su finalidad, como el arreglo de cañerías, sistemas eléctricos, y techos. Por ejemplo, si se presentan goteras o problemas de electricidad, el propietario deberá asumir el costo de reparación, ya que son fundamentales para el uso del inmueble.
- Impuestos y contribuciones: En general, el arrendador es responsable de pagar los impuestos sobre la propiedad, como el Impuesto Territorial o contribuciones en Chile, ya que estos gastos son inherentes a la posesión del inmueble.
- Seguros de la propiedad: Si la propiedad cuenta con seguros, como seguros contra incendios o seguros estructurales, el arrendador es quien debe asumir estos costos. Sin embargo, si el inmueble está dentro de un edificio, algunos seguros pueden estar incluidos en los gastos comunes que paga el arrendatario, según lo estipulado en el contrato.
¿Qué gastos son responsabilidad del inquilino?
Por otro lado, el arrendatario se hace cargo de los gastos generados por el uso cotidiano del inmueble, lo que incluye:
- Servicios básicos: Agua, electricidad, gas, y cualquier otro servicio domiciliario que utilice el inquilino. Según la Ley 18.101, los gastos por servicios no están incluidos en la renta, lo que significa que es el arrendatario quien debe pagar por el consumo de estos servicios.
- Reparaciones menores o locativas: Cualquier reparación que resulte del uso normal de la propiedad, como pintura desgastada, cambio de grifería o arreglos menores, deben ser asumidos por el arrendatario. Estas reparaciones son necesarias para mantener la propiedad en el estado en que fue entregada.
- Gastos comunes: En los casos donde la propiedad esté ubicada en un condominio o edificio, el inquilino suele pagar los gastos comunes mensuales, que incluyen los costos de mantenimiento de áreas comunes, seguridad y otros servicios compartidos entre los copropietarios. Es importante revisar el contrato para saber si estos gastos están incluidos o si son adicionales.
¿Qué gastos pueden ser compartidos o negociados?
Existen ciertos gastos que pueden ser compartidos entre arrendador e inquilino, o que dependen de lo que se acuerde en el contrato:
- Honorarios notariales: En Chile, la firma del contrato ante notario puede generar un costo. Aunque lo más justo sería que ambas partes lo compartieran, es común que el arrendatario asuma este gasto por completo. No obstante, este acuerdo puede ser negociado.
- Fondo común de reserva: Este fondo, destinado a cubrir gastos extraordinarios en edificios, como nuevas obras o reparaciones imprevistas, es responsabilidad del propietario. Sin embargo, en la práctica, muchos contratos estipulan que el arrendatario lo cubra dentro de los gastos comunes.
- Comisiones de agencias: Si una agencia inmobiliaria se ha encargado de gestionar el arrendamiento, las comisiones suelen ser pagadas por el arrendatario. Pero este es otro aspecto que puede negociarse según el acuerdo entre las partes.
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Beneficios de definir los gastos claramente en el contrato
Establecer desde el principio quién paga qué en un contrato de arriendo es esencial para evitar confusiones y posibles conflictos.
Entre los beneficios de especificar claramente los gastos en el contrato se encuentran:
- Evitar disputas: Si ambas partes conocen sus responsabilidades desde el inicio, se evitan malos entendidos sobre quién debe pagar ciertos costos en el arriendo durante el contrato.
- Transparencia: Al definir los gastos, se asegura una relación más clara y justa entre arrendador e inquilino, fortaleciendo la confianza entre ambas partes.
- Cumplimiento legal: Un contrato bien redactado que incluya todos los detalles sobre los gastos cumple con la normativa chilena, como la Ley 18.101, y brinda respaldo en caso de discrepancias.
Para tener una relación de arrendamiento fluida y sin complicaciones, es fundamental acordar y dejar por escrito quién paga los gastos asociados al arriendo.
Tanto el arrendador como el arrendatario deben conocer sus responsabilidades para evitar sorpresas y asegurar una convivencia contractual basada en la transparencia y el respeto.